Marina Kienast lleva a cabo una documentada investigación sobre el sistema educativo. Señala las deficiencias pedagógicas y la implicancia de los gobiernos en el impedimento del correcto florecimiento del individuo, además de presentar el rol del docente como acompañante no-intrusivo en el desarrollo del plan de vida. Repasa los modelos de homeschooling, educación por proyectos y otras alternativas que se alejan del modelo actual nacido a fines del siglo XVIII.
Pedagogía incendiaria es un cuestionamiento de lo que conocemos como educación tradicional, enfatizando en la crítica hacia las pruebas estandarizadas y la mercantilización de la educación en manos de un sistema que no busca el bienestar de la población, sino machacar la capacidad creativa y lúdica de la juventud. Desde ese lugar también se plantean diversas propuestas para llevar a cabo en la escuela, que permitirían un mayor bienestar en el alumnado y la diversificación de proyectos originales, poniendo especial énfasis en la voz del alumnado.